Este departamento ubicado en una de las torres residenciales más exclusivas de la ciudad de Monterrey, es el perfecto lienzo en blanco para un proyecto de interiorismo. La paleta de materiales incluye: mármol gris modena, maderas de encino, espejos en acabado humo y textiles de seda, piel y algodón. Estos materiales envuelven los espacios y les dan un carácter moderno y sobrio.
El recibidor del departamento es un pequeño espacio con una dualidad de materiales: por un lado se recubren los muros con un lambrín de encino y por el otro se respeta el concreto aparente que entra desde el exterior del edificio, y el cual forma parte de la estructura del mismo. La credenza en color blanco con un diseño moderno, geométrico y abstracto, contrasta con el lambrín de madera que tiene una tonalidad más oscura.
Continuando al interior del departamento, el espacio de la sala-comedor es el corazón del proyecto, en donde coexisten el área de la sala, comedor, bar y desayunador. El lambrín de encino que viene desde el recibidor enmarca el bar, y continua alrededor del comedor, hasta cubrir el pasillo que conecta con las recamaras y el hometheater. En el lambrín se esconden las puertas que llevan a los diferentes espacios del departamento, dándole continuidad visual y separando el área principal de las áreas secundarias.
En la sala se utilizan tonos más neutros con acentos de colores en los muebles y accesorios. Al fondo de la sala, enmarcando el desayunador, el espacio remata con un óleo de José Luis Cendejas, en tonos azules, que le da vida al muro blanco sobre el cual se expone.
Sin duda uno de los espacios más protagónicos del departamento es el comedor. Los tonos sobrios que le aportan la selección de materiales y el mobiliario, contrastan con el acento del candil que suspende de un cielo recubierto con espejos en acabado humo. El buffetero que se aloja en medio de los lambrines de encino tiene una cubierta de granito Orion Blue y muro de espejo que hace par con el del cielo.
En el hometheater se juega con tonalidades frías y cálidas. Tanto el mobiliario como la pieza de Karla Mayrl que cuelga sobre el sillón, tienen materiales metálicos en tonos plata, los cuales contrastan con el sillón tapizado en piel color gris cálido y la cubierta de la mesa de centro en madera de nogal. Todos estos contrastes cuidadosamente planeados contribuyen a crear un espacio a la vez moderno y acogedor.